A pesar de la ley que prohíbe vender bebidas alcohólicas a menores, la presencia de éstos, es decir, de los menores, en colmadones y otros centros de expendios de bebidas alcoholicas, realizando esta la compra ilícita es verdaderamente preocupante y una evidencia marcada del nivel de conciencia que predomina en los ciudadanos.
Los dueños de esta clase de negocios, sin ningún temor a ser apresados o multados, le dan la espalda al llamado de las autoridades, poniendo en peligro la integridad sicológica de esos niños y niñas, que muchas veces, por la irresponsabilidad de sus padres son utilizados como medios para obtener el ron, cigarrillos y la cerveza, despertandoles así, la cultura de la bebida.
Es elemental que tomemos conciencia de la importancia de mantener a nuestros hijos lo más sanos posible y es deber de las autoridades competentes tomar medidas drásticas hacia aquellos que de forma medalaganaria se burlan de la ley y del derecho que por naturaleza ler corresponde al ser humano desde antes de su nacimiento a vivir libre de contaminación, es decir en salud.
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