Santo Domingo. El comunicador Marino Zapete, dijo ayer que en vista del silencio casi total de los medios de comunicación de la República Dominicana frente a la agresión cobarde de que fue sido objeto por parte de Guido Gómez Mazara y un grupo de espalderos suyos el pasado jueves.
Según la versión de Zapete, ell pasado jueves 27 de abril cuando llegó al edificio de Teleradio América, estación de televisión y radio que transmite su programa "Esta es la Vida", más o menos a las 7:55 de la noche, con la finalidad de grabar mi programa de televisión que se difunde los sábados de 9:00 a 10:00 de la noche, entró al camerino el señor Guido Gómez Mazara, acompañado de varios hombres, y cuando se percató de que era a mi persona a quien atendía la maquillista, le dijo: "quíteme esto, que me voy". Creo que se refería al maquillaje que le habían puesto para grabar su programa de televisión, que también se difunde por el canal 45.
Eso ocurrió, dice Zapete “unos 15 minutos después, mientras la maquillista del canal me preparaba para la grabación, Le pedí a la maquillista que terminada su trabajo conmigo antes de comenzar con el señor Gómez Mazara, porque era mi turno y tenía que ir a grabar mi programa.
Asegura el comunicador que “Gómez Mazara guarda un gran odio por mi persona, porque anteriormente divulgué un video en el cual aparecía diciendo que todos los programas y prebendas del gobierno de Hipólito Mejía deberían ser para los perredeístas, "porque primero nosotros, luego nosotros, y que queda algo, nosotros mismos", y porque le hice críticas públicas cuando hizo guardia de honor al cadáver del doctor Joaquín Balaguer, quien envió al exilio y luego asesinó al dirigente obrero y líder del Movimiento Popular Dominicano Maximiliano Gómez, quien fuera el padre de Guido.
Sin otra justificación, Gómez Mazara comenzó a insultarle con una serie de frases “impublicables, llamándome fracasado y concluyendo en que estaba dispuesto a desconsiderarme y a "explotarme, y me desafió a una confrontación física”. Argumentó el comunicador.
“Rechacé su desafío y le dije que si había alguien fracasado como ser humano era él, que había traicionado la memoria de su padre. También la dije que si él no me había explotado cuando él y su jefe, Hipólito Mejía, estaban en el gobierno, por qué razón debería yo temerle a su amenaza”. Agregó.
Cuenta Marino Zapete, que en ese momento, “se retiró la chaqueta me atacó a puñetazos, con tan mala fortuna que no pudo hacer blanco. Me defendí y devolví sus golpes, pero rápidamente se lanzaron sobre mí todos sus espalderos, tratando de neutralizarme y lanzándome una lluvia de golpes en distintas partes del cuerpo. Además, me empujaron sobre una silla, provocando un trauma en mi rodilla derecha”.
“Cuando el grupo me agredía, se extendió el escándalo por otras áreas del edificio, lo que provocó que varias personas intervinieran y lograran ayudarme a salir del camerino y refugiarme en una oficina del segundo piso del edificio, mientras Guido Gómez Mazara y sus espalderos salían corriendo al parqueo de las instalaciones a buscar las armas que guardaban en sus vehículos”, expuso el comunicador agredido.
Los empleados de Teleradio América que lo protegían le recomendaron no bajar del segundo piso, señalando que Guido y su grupo, portaban armas de alto calibre, incluyendo metralletas, y presionaban al guardián, que había cerrado la puerta a la salida del grupo, para que les dejara retornar a buscarme para asesinarme.
Narra que logró una llamada telefónica, y se comunicarme con el jefe de la Policía, Bernardo Santana Páez, quien le sugirió mantenerme en el lugar donde estaba y no exponerme a más agresores, mientras él enviaba un personal al lugar.
Y dijo que cuando se conoció que al lugar se dirigía un equipo de la Policía, encabezado por dos generales de brigada, Guido Gómez y sus espalderos abordaron sus vehículos y se marcharon del lugar.
Según informaciones del comunicador, de esta agresión hay varios testigos y testimonios grabados, pero al parecer el abuso no ha tenido la más mínima importancia para la casi totalidad de los medios locales. Y después tienen la cara de hablar de periodismo al servicio de los mejores intereses del pueblo.
Este caso está en manos del Ministerio Público en los tribunales de Santo Domingo. Agregó Marino Zapete Corniel.
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