En el día del Trabajo, debo felicitar a todos los seres humanos que se ganan el sustento con el sudor de su frente, dignamente entregando su fuerza de trabajo a quienes nunca reconocerán su condición de "seres humanos".
Asímismo, nos atrevemos a no felicitar a la Secretaría de Trabajo, y al Gobierno, porque entendemos, que no han hecho nada por disminuir el desempleo que en los últimos dos años se ha incrementado a cifras escandalosas, especialmente en el Cibao y el Sur del País.
Un día como hoy, muchas personas se preguntan quien inventó el trabajo. Pues bién, el trabajo es una condición inherente al ser humano desde su creación, desde que Dios lo hizo, lo configuró para que no tuviera que sufrir, pero por desobedecer a su creador le dijo: "Desde ahora tendrás comer con el sudor de tu frente".
El vocablo, trabajo proviene del latín trapaliun, que significa pena pesada, tortura. Por ello, el trabajo se convierte en el afán diario del humano.
El secreto de ser feliz, aún con esa pena pesada, es que si se ama lo que se hace, la tortura es más leve, se hace menos pesada la carga de encomiendas que a diario debemos realizar.
En nuestro país, el trabajador es como un esclavo. Trabaja, trabaja y no ve los beneficios, porque el sistema es opresor, y esa opresión es adoptada y heredada de aquellos modelos que nos marcan las pautas en todo lo que hacemos como país.
Esta situación cambiará no solo cuando la gente despierte y se de cuenta que como todo un rebaño somos manipulados al antojo de unos cuantos, que son los que ganan con creces el fruto de nuestro esfuerzo y un poco más...
Ya no existen sindicalistas honestos y dignos de proclamar los derechos del trabajador...Estamos viviendo un momento histórico de cambios tecnológicos tremendos en la historia de la humanidad, pero aún desconocemos lo que por naturaleza nos toca.
Conciencia! Es la palabra que nos cabe mencionar al final de este breve atrevimiento de decir lo que pensamos y sentimos.
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