Los dominicanos están esperando que surja una nueva fuerza política. No una cuarta vía. No, lo que el pueblo pide es un surgimiento de líderes dispuestos a sacrificarse por la mayoría. Qué iluso! verdad?
No todo está perdido. El que entienda el clamor del pueblo y lo encarne, será el elegido. Pensamos que la política tradicional ya está llegando a su fin y lo que se vislumbra es un horizonte muy oscuro.
Pero, no perdamos la esperanza. Nunca está el cielo más oscuro, que cuando empieza a amanecer.
Quisiera que mis hijos, y los hijos de mis hijos heredaran una patria justa. Una patria donde por lo menos haya respeto a los derechos que como humanos nos corresponde. Pero desgraciadamente los humanos estamos librando una batalla que es la de acabar con el prójimo por el egocentrismo y la vanidad.
El individualismo se ha apoderado de la mentalidad humana. Lo que brilla hoy es un egocentrismo inclinado a lo pasional y el placer por el placer. No hay objetivos, no hay un sentido lógico en la supervivencia humana.
La descomposición social y la desverguenza son las banderas de muchos jóvenes desorientados.
La irresponsabilidad es la bandera de los llamados, a predicar el evangelio cristiano, de muchas iglesias, entre ellas la que más feligreses posee en el mundo, que ha ocultado muchas verdades y que se levanta contra cambios sociales y políticos que ella supone es perjudicial para sus intereses de PODER.
La falta de conciencia y la ignorancia de las masas no es su culpa, porque nacieran o no en una condicion social, si no, de aquellos que conociendo la verdad, no hacen nada para que eso cambie.
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