El vuelo 3054 de la aerolínea brasileña TAM, partió el martes de Porto Alegre a las 17:16 hora local y aterrizó en Congonhas en plena lluvia.
Antes de estrellarse, la aeronave se salió de la pista y cruzó una avenida, para chocar contra un depósito de combustibles de la propia aerolínea y estallar en llamas.
De otra parte, una asociación internacional de pilotos pidió a las autoridades brasileñas de aviación que implemente medidas de seguridad más estrictas en el aeropuerto de Congonhas.
Once y tres segundos
Unas imágenes de video difundidas este jueves muestran la llegada del avión accidentado y la de otro que había aterrizado momentos antes.
En las imágenes, el primer avión recorre en once segundos el segmento de la pista que está dentro del campo visual de la cámara, mientras que el avión que se estrelló recorre la misma distancia en apenas tres.
En el video, el Airbus 320 desaparece de la imagen, y poco tiempo después puede verse el brillo de una explosión.
Según la cadena de televisión brasileña Globo, la fuerza aérea de ese país, que supervisa el sistema de control de tráfico aéreo, cree que el video muestra que el avión estaba aterrizando a una velocidad excesiva.
Se cree que en el siniestro no sobrevivió ninguno de los 186 pasajeros que se hallaban a bordo del Airbus 320, ni las alrededor de 15 personas que se hallaban en tierra al estrellarse el avión.
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Pasajeros brasileños
La mayor parte de los pasajeros del avión siniestrado eran brasileños, incluyendo al congresista de la oposición, Julio Redecker.
También formaban parte del pasaje dos ciudadanos franceses, un argentino y un peruano.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, declaró tres días de duelo nacional por las víctimas.
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Tramo adicional
Finalmente, la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Aerolíneas (IFALPA, por sus siglas en inglés) declaró que Congonhas necesita un tramo adicional en su pista de aterrizaje para evitar accidentes como el del martes.
IFALPA indicó que al mismo tiempo las autoridades deberían considerar la necesidad de instalar un mecanismo conocido como sistema de detención de materiales mecánicos (EMAS), que también puede ayudar a detener a naves con exceso de velocidad.
Mientras las investigaciones avanzan, Congonhas sigue cerrado.
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