Está estudiado que a partir de los planes estratégicos de ciudades como San Francisco (1982) y Barcelona, (1987) las “ciudades inteligentes” han llegado para quedarse.
El país debe reconocer que Santiago ha pensado en su desarrollo y merece atención. Su Plan Estratégico al 2010, sus avances y desafíos, son una evidencia de visión concreta. Así quedó plasmado en la VII Asamblea del Consejo para el Desarrollo Estratégico de la Ciudad y el Municipio de Santiago (CDES), celebrada con éxitos recientemente. En este evento se puso en evidencia que Santiago tiene 41 proyectos coherentes con la Agenda Estratégica al Año 2010, que hacen cada día de nuestra ciudad, una urbe competitiva, ordenada, democrática, participativa, de calidad ambiental y de equidad.
“Mil veces” se ha demostrado que los gobiernos centrales concentran la inversión en sus ciudades capitales. Santiago aporta 14 de cada 100 pesos del Producto Bruto interno (PBI) pero los gobiernos no le devuelven a la ciudad corazón ni siquiera 1 peso de cada 100.
Incluso en el presupuesto de este año sólo hay proyectada una inversión en la provincia de apenas 600 millones de pesos. Reconocemos entonces del gobierno central, el anuncio de comprometerse con una inversión de 5 mil 750 millones de pesos en los próximos 12 meses. Serían 479 millones de pesos mensuales, o lo que es igual 15.7 millones de pesos diarios de inversión en obras y proyectos de desarrollo. Destaca que estos 5 mil 750 millones son apenas el 2.6% de los 219 mil, 401 millones, 734 mil, 989 pesos establecidos por la ley de gastos públicos para el año 2007. Por eso en el presupuesto del 2008 debemos elevar y ubicar mejor los fondos oficiales para nuestro desarrollo.
El Plan Estratégico de Santiago 2010 (PES) como espacio de concertación exhorta al gobierno que sostenga su rol en el desarrollo local de nuestra ciudad. Sugerimos una alianza estratégica con el Centro de Exportación-Importación (CEI-RD), el Consejo Nacional de Competitividad y sectores productivos locales, en diversas áreas económicas y proyectos, tales como el Plan de City Marketing. Urge promover además una asociación entre gobierno central y Ayuntamiento, para obras, muy en especial la mitigación del vertedero de Rafey y la construcción del relleno sanitario.
Para estos fines, La Corporación Zona Franca donó 75 millones, el gobierno municipal gestionó otros 75, y proponemos que la Ley general de presupuesto del 2008 aporte unos 150 millones. La entrega de estos fondos debe realizarse vía la Corporación de Aseo de Santiago (CASA), entidad que expresa la voluntad del Ayuntamiento, del Concejo de Regidores, el sector privado y entidades claves de la sociedad civil.
Creemos que las obras viales que se terminando pueden concluirse en este 2007. Entre estas, la reconstrucción de la avenida Hispanoamericana como eje vial de la dinámica comercial de la ciudad. Es un paliativo ante el lento reinicio de los trabajos del anillo de circunvalación norte. Incluso podemos aprovechar el avance conseguido por el Ayuntamiento con este anillo vial, y que el gobierno central avale la licitación desarrollada por el municipio para la ejecución de este gran proyecto vial, el cual involucra varias firmas internacionales. El presupuesto 2008 debe incluir nuevos fondos para el Parque Central de Santiago. Es vital que los diferentes tipos de jardines y otro mobiliario urbano, tengan sus recursos asignados en el nuevo presupuesto.
En una primera fase del Parque Central deberá priorizarse el trazado vial que permitirá el tránsito del sector sur al sector norte de la ciudad y viceversa. En fin, Santiago necesita y reclama la mano amiga del gobierno central. Con la misma celeridad que se entregan fondos en la capital, se agradece el apoyo al Centro histórico y se demanda que se revitalice el Monumento a los Héroes de Restauración y se haga sostenible la inversión concretada por la Secretaría de Estado de Cultura.
La ciudad corazón que aporta significativamente al desarrollo nacional, ha colaborado también con Puerto Plata, Villa González, Bonao, Moca, Mao, Esperanza, San Francisco de Macorís y otras ciudades y municipios del país en la formulación de sus planes estratégicos de desarrollo local. Por lo que si planificamos mancomunadamente el desarrollo de la Región del Cibao, podremos recuperar la competitividad perdida y relanzaremos a nuevos niveles nuestra pujante economía.
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