El término Globalización fue utilizado por primera vez, por Theodore Levitt en The Globalization of Markets para describir las transformaciones que venía sufriendo la economía internacional desde mediados de la década de los 60. Toni Comín define este proceso como "un proceso fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las distintas economías nacionales en un único mercado capitalista mundial".
La globalización es el proceso por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.
En los ámbitos económicos empresariales, el término se utiliza para referirse casi exclusivamente a los efectos mundiales del comercio internacional y los flujos de capital, y particularmente a los efectos de la liberalización y desregulación del comercio y las inversiones, lo que a su vez suele denominarse como "libre comercio" (en inglés: free trade).
Etimológicamente, ciertos autores consideran más adecuado en español el término ¨mundialización¨, galicismo derivado de la palabra francesa mondialisation, en lugar de globalización, anglicismo procedente del inglés globalization, puesto que en español "global" no equivale a "mundial", como sí ocurre en el idioma inglés.
Sin embargo, el Diccionario de la Real Academia Español registra la entrada "globalización", entendida como la "tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales" (DRAE 2006, 23a. Edición), mientras que la entrada "mundialización" no está en el Diccionario aunque están planeando incluirla.
Cuando escuchamos incesantemente hablar de globalización, en términos conceptuales y económicos, es una realidad nueva, pero en el sentido de proyecto social y de hegemonía es un hecho que se remonta al inicio del desarrollo de la humanidad.
Esta visión de erigir un mundo con una lengua, una cultura, una economía y un orden político-geográfico imperante tiene sus raíces en aquel primer intento del ser humano por unificarse en un solo criterio, en una sola empresa para intentar concentrar y ostentar el Poder, estas intenciones están claramente señaladas y plasmadas en lo que en las Sagradas Escrituras, se conocemos como la historia de la Torre de Babel.(Génesis 10:25; 11:9.).
¨Toda la Tierra tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras. Los hombres en su emigración hacia oriente hallaron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: «Ea, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa. Luego dijeron: «Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la Tierra».
Mas Yahveh descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó
¨Toda la Tierra tenía una misma lengua y usaba las mismas palabras. Los hombres en su emigración hacia oriente hallaron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: «Ea, hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Se sirvieron de los ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa. Luego dijeron:
«Ea, edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no estemos más dispersos sobre la faz de la Tierra».
Mas Dios descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas¨. ¨Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan¨. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros». Así, Dios los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello, se la llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie¨.
Desde sus inicios, este proyecto de globalización como bien observamos en el relato de la Torre de Babel, trae intrínsecamente situaciones y consecuencias que niegan el proyecto humano de una unificación solidaria y orientada hacia políticas económicas que tengan como objetivo responder a las necesidades materiales y espirituales de la humanidad.
Por lo tanto, la Globalización es fruto del egoísmo, de la deshumanización y la explotación del hombre sobre el hombre. Por esta razón Marx y Engels, sostenían que ¨la burguesía había destruido en forma bestial todos los lazos afectivos entre los hombres, para no dejar subsistir en ellos otro vínculo que no sea el f río interés y el cruel pago al contado¨ (El Capital).
El sistema capitalista ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio, que ha despojado de su aureola a todas las profesiones, que antes se tenían como venerables y dignas del mas piadoso respeto.
El orden de la globalización en todas sus manifestaciones busca ahondar esta realidad, que fue rechazada desde sus inicios por el mismo Dios. Así, Dios los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello, se la llamó Babel, porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie¨.
En el mundo actual, podemos captar que aunque los apologistas de dicho proyecto lo señalan como la única alternativa viable para la existencia de los seres humanos en términos de relaciones sociales , económicas y políticas, las consecuencias que trae consigo este modelo son nefastas, por la sencilla razón de que la globalización sólo es posible en aquellas personas y países donde los recursos tecnológicos y económicos están desarrollados en su más alto nivel.
La marcha de los acontecimientos a nivel mundial se hallan decisivamente afectados por una estrategia planteada desde el centro de dominio económico y militar. Pero esta realidad que proviene de la interacción política sobre los medios materiales que ahora se disponen, se hace ver interesadamente, como una necesidad histórica incontrovertible.
En los países tercermundistas, dependientes directos de un modelo imperialista como el de los Estados Unidos de Norteamérica (EUA), la globalización ha llegado de repente cambiando todos los paradigmas en el orden político social y económico y dando al traste con valores culturales y morales que identificaban históricamente a nuestro mundo subdesarrollado, cuyo nivel de competitividad está muy por debajo de las grandes potencias y de muchos países con los cuales serán insertados en el denominado Tratado de Libre Comercio, cuyo promotor principal son los Estados Unidos.
La apertura de mercados, puede llevar a un mejor aprovechamiento de los recursos a nivel global, pero la realidad presenta otro panorama y lejos de lograr las respuestas positivas este modelo aleja toda esperanza de un mundo con sociedades cuyos recursos sean repartidos más equitativamente.
La revista The Economist de Londres, resume y comenta el último informe del Banco Mundial sobre globalización, crecimiento y pobreza sosteniendo que Dos mil millones de personas en el mundo están peor que antes.
800 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse.
el 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres.
el 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.
el 75% de las personas pobres son campesinos y campesinas.
1,100 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario.
1,200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.
10 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas evitables.
50 millones de infectados con el HIV y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.
Los medios de comunicación y el Internet son los canales en que se afianza el sistema de la Globalización, en el sentido que son éstos los que promueven y presentan los ¨valores¨ de este proyecto inhumano, creando así niveles de conciencia despojados de identidad personal y nacional, convenciéndolos de que el que no puede competir, el que no tiene recursos económicos por naturaleza está condenado al analfabetismo y a la exclusión total de todos los beneficios y derechos que como seres humanos le corresponde.
Este modelo se caracteriza por el crecimiento y fusiones entre empresas, privatización de empresas públicas y la desregulación financiera internacional por lo que este sistema se presenta con dos caras contrapuestas pero unidas, por una parte es beneficiosa y por otra amenazante. Justamente en este punto se gesta una ambigüedad, entre lo que es estrategia de dominación.
La ciencia y la tecnología son frutos humanos, gestadas en el recorrido histórico para resolver fundamentalmente dos problemas: el de supervivencia y el de convivencia. Esas dos cuestiones conforman los pilares de la cultura en sus diversas formas.
Todos los inventos y la experiencia humana de su uso y modificaciones, pertenecen no solo por la intención de sus autores sino por su inmediata consecuencia social es el desarrollo a mejores condiciones de vida, y la creación de nuevas y provechosas relaciones sociales, por lo que el sistema neoliberal niega todos los provechos para una verdadera convivencia humana en el globo terráqueo. (socialización de los recursos en beneficio de la mayoría)
En una conferencia dictada por James Petras en la Inauguración de la Cátedra de Formación Política Ernesto Che Guevara titulada ¿Globalización, imperio o imperialismo? Un debate contemporáneo.
sostiene que ¨No se puede decir que el pueblo latinoamericano está hegemonizado. Pero sí podemos decir que los gobernantes están hegemonizados porque hacen la política a favor de EE.UU.
Pero incluso en este caso, tenemos que ecualizar el uso del término, porque muchos gobernantes y las clases dominantes no actúan así porque están "hegemonizados" por EE.UU., lo hacen porque sus intereses económicos, materiales, coinciden con los EE.UU., no necesitan ser incluidos desde afuera.¨
En conclusión, la Globalización desde sus primeras manifestaciones ha sido orientada con un carácter de dominio y explotación del hombre. Por ello, hoy tenemos guerras por doquier, como elemento necesario para imponer políticas globalizantes y apoderarse de los recursos naturales más preciados, para sostener su poderío económico militar sobre otras naciones.
Y como consecuencia tenemos que el 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.
Proponemos, el debate internacional sobre la pobreza creciente, el subdesarrollo de los países tercermundistas y una revisión profunda del modelo globalizante, porque si bien es cierto que este le ha permitido a la humanidad alcanzar niveles de desarrollo tecnológicos inimaginables, también es cierto que ha agravado la situación humana y el hombre se supone es el administrador de todos los bienes y recursos naturales para el bienestar común.
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